lunes, 22 de octubre de 2007

Ya se qué hacer con la calma! Seguir preguntando, seguir aprendiendo... (o, Reflexiones de octubre)

Y hoy justamente mientras caminaba me encontré pensando en que tal vez la sorpresa tenga que ver con el tiempo transcurrido, con ese tiempo personal, aquel que no tenía ni tiene agujas ni tic- tac

Y la sorpresa es haber podido seguir caminando cuando creía no poder hacerlo Es poder ver ahora, desde esta
sosegada calma, que aprendí en el camino y estoy dispuesta a seguir aprendiendo. Que me llené de aguas estancadas, atragantadas y hasta de lágrimas artificiales para miradas apagadas, pero también me encontré sonriendo más de una vez sólo porque sucede que a veces...

Que valoré el re-signarme, porque me hizo más fuerte, descubriendo así una fortaleza que realmente desconocía.

Que por allá, en plenos
12 segundos de oscuridad, me preguntaba con Andrés, cómo, cuándo y porqué, y me desesperaba pensando cuánto falta para llegar a cualquier lugar (y el que espera, desespera). Y resulta que no quiero llegar a ninguna parte, porque también aprendí que lo que más disfruto es poder seguir caminando, encontrando a veces más preguntas que respuestas; que a la larga es lo que más me gusta en la vida, preguntarme (aunque eso también agote)

Y claro que me sorprendo, me sorprendo a cada instante, me he sorprendido de las cosas más tristes, de las actitudes jamás pensadas, de lo dicho y lo no dicho, de
tu resignación a la no felicidad (y eso me ha hecho cuestionar la mía)…

Y claro que me he sorprendido y lo sigo haciendo día a día, de haber encontrado "paradores" que me llenan los ojos, los oídos, el alma de sentimientos… "trazos y palabras de gente" maravillosa que también camina, a veces conmigo, a veces desde otros senderos, a veces desde caminos y miradas compartidas y otras no tanto, y sin embargo ahí están siempre dispuestos a “ocurrir”…

Y entonces, pienso que lo loco es que esta calma tiene que ver con aquella
pena, con el haber sentido pena de la pena, haber sentido vacío, y ahora empezar a sentir que aunque todavía duele (y tal vez así sea siempre) es diferente… Todavía llevo mis miedos, todavía huele a vulnerabilidad, pero al mismo tiempo esta calma me dice que es posible. Quizás un día ella misma se encuentre con una nueva sonrisa y seguramente con la alegría de saber que, a pesar de todas las idas y venidas, de los puntos suspensivos y las vueltas de calesita, la felicidad de algún modo fue parte del camino acompañada siempre del inconfundible deseo de seguir andando…

Fer
22/10/07

6 comentarios:

Raúl dijo...

Es que el mundo gira y gira, y somos lo que hicimos de nosotros.

muy buen post, agradable... y lindo releer otros posts pasados reanimados ahora.

un saludo y un abrazo!

Fer dijo...

Gracias Raúl, somos lo que hicimos y hacemos de nosotros, eso es. Otro abrazo fuerte para vos, saluditos

Anónimo dijo...

Está comprobado casi científicamente te diría, que cuanto menos esperamos algo más pronto nos llega. Ese llamado, esa carta, esa noticia, ese sentimiento, siempre nos toman por sorpresa. Será porque una vez hace mucho me quedé esperando junto al teléfono un llamado que nunca llegó y eso me lastimó demasiado como para esperar otra vez...Quién sabe?... Por eso mientras sigues con tu deseo de andar, continúa esperando sin esperar para no sólo no desesperar, sino para cuidar ese deseo de seguir soñando. Cariños Gassti

Fer dijo...

Gracias Gassti! Me encantó tu ocurrencia... Me hiciste acordar a eso de "Lo esperado no sucede, es lo inesperado lo que acontece" que según dicen dijo Eurípides... Es verdad amigo, si hay algo que merece ser cuidado es el deseo de seguir soñando. Porque sinceramente una vida sin sueños es un sinsentido para mí. Un beso grandote, cuidate! Gracias por tus vueltas por mis pagos

Anónimo dijo...

Está muy bien este recorrido por los pensamientos pasados...
:)

Un beso

Fer dijo...

Botón, fue un recorrido no premeditado, nació sin querer... Y sí estuvo bueno volver a andar parte del camino, desde otras perspectivas ;) besos