lunes, 17 de diciembre de 2007

Aprendiendo de la infancia XI

El arte para los niños

Ella estaba sentada en una silla alta, ante un plato de
sopa, que le llegaba a la altura de los ojos. Tenía la naríz
fruncida y los dientes apretados y los brazos cruzados.
La madre pidió auxilio:
-Cuéntale un cuento Onelio -pidió-, Cuéntale, tú que
eres escritor.

Y Onelio Jorge Cardoso, esgrimiendo una cucharada
de sopa, comenzó su relato:

- Había una pajarita que no quería comer la comidita.
La pajarita tenía el piquito cerradito, y la mamita le decía
Te vas a quedar enanita, pajarita, si no comés la comidita.
Pero la pajarita no hacía caso a la mamita y no abría
su piquito...

Y entonces la niña lo interrumpió:
- Qué pajarita de mierdita - opinó.

Eduardo Galeano. (El libro de los abrazos)

Y con esto me acordé de Mafalda también:

(la historieta de Quino la tomé de http://www.historieteca.com.ar/ )

6 comentarios:

Anónimo dijo...

grandes maestros, quino y galeano, si sra!
Salud aprendil!

Unknown dijo...

Este libro de Galeano me lo devoré y este texto se lo leía siempre a mi hija y ella a sus amigas. De modo que siempre lo tengo presente. Qué bueno que lo postees. Buena elección. Mafalda, hermosa.

Un Abrazo.

Adriano dijo...

Ja ja ja, magia, eso tienen los niños, además de sinceridad y un montón de cosas, de virtudes que ya no abundan tanto en el mundo adulto, al menos de forma generalizada. Los niños, por ejemplo, no piensan en las guerras.

Con respecto a Mafalda, es buenísima. Un hito en la historieta argentina, un personaje universal, muy bien pensado, y con una vigencia admirable. Que viva Quino...

Un beso grande.

Fer dijo...

Jaja Juan muy buena tu ocurrencia de salud aprendil ;) Grandes maestros Quino y Galeano si, y los niños... besos!

Máximo qué lindo eso de compartir estas cosas con un hijo, debe ser maravilloso. Un beso, gracias por la visita ;)

Adrianófanes, por suerte están los niños para contagiar un poco al mundo adulto... ;) Viva Quino y Mafalda1 ;) besotes

Juan Pablo dijo...

Uno por ahi asiste a su propio crecimiento inicialmente como algo excitante y positivo, porque es sinónimo de evolución; y en algún momento, demasiado pronto algunos, demasiado tarde otros, nos damos cuenta todo lo que perdimos en ese camino, toda la magia, espontaneidad y sencillez, entre muchas otras virtudes, que nos abandonan casi siempre, al dejar la niñez.
No digo esto añorando mi niñez, mas alla de como se puede añorar las cosas buenas pasadas, sino como una etapa maravillosa, que con los años, uno aprende a recordar con cariño.
Y ya me fui para el lado de mi ultimo post, me quede con eso en la mente...
Saludos!!

Fer dijo...

Bienvenido Juan Pablo! Tu último post es muy lindo...

La niñez siempre está con nosotros si la dejamos... Imágenes como la de tu post quedan con nosotros para siempre y nos acompañan en todas las etapas... Es verdad también que perdemos muchas cosas cuando crecemos, pero soy de los que piensan que podemos llevar un niño dentro, siempre...

un beso! gracias por agregarme a tu blogroll