sábado, 15 de septiembre de 2007

Aprendiendo de la infancia VIII

Fotito de Carf

Costumbres que enseñaban a los niños

Había en Magdalena brujas y lobos que comían chicos, dioses que daban castigos y premios, habitantes de la luz en las sombras de los cuartos, ratones que cargaban dientes entre las blancuras de las sábanas.Había en Magdalena tres hombres que venían de lejos en caballos con montañas en el lomo y bolsas con juguetes, y el pasto y el agua había que dejarlo de noche para que comieran los pobres animales, que esos hombres dicen que son reyes y magos y no conocen el hambre, no como los magos del circo que con todo se quedan, sino que ellos traen lo que uno quiere y sólo piden que le deje los zapatos porque mirándolos, saben si uno anda en buen camino, y así a la media noche vienen en silencio, y sólo mis padres los oyen y les llevan el agua y el pasto hasta la puerta, para que los caballos de joroba no nos despierten y la mañana nos sorprenda.

Daniel Calmels (“La almohada de los sueños”)
fragmento tomado del sitio Educrianza

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Delicioso el fragmento.
Me ha encantado esa frase inocente que admira a la figura de los padres:
"... y sólo mis padres los oyen..."

Un abrazo

JuanMa dijo...

Toda la vida dejando los zapatos, y no sabía por qué...

(y, digo yo, ¿cómo mirando los míos pudieron llegar a la conclusión de que merecía algún regalo?).

Besos de regalo.

angélica beatriz dijo...

Muy enternecedora y significativa la narración mi querida Fer.

Nos habla de la pureza e inocencia de los niños, y de los que aún queremos ser niños...

Gracias, como siempre mi niña linda.

Mil besitos.

@Igna-Nachodenoche dijo...

Un fragmento precioso.

Fer dijo...

Botón, es verdad esa frase tiene una magia increible, otro abrazo ;)

Juanma, cómo te preguntás eso? te merecés muuuuchooos regalos, yo te mando besos, sonrisas y abrazos de regalo ;)

Angélica, de nada, me alegro que disfrutes del texto ;) besitos

Ignacio, gracias por pasar, qué bueno que te haya gustado el texto :) beso

Carolina dijo...

Olor ainfancia, esa magia que tenia el querer creer a toda costa...

Fer dijo...

Jaja Caro, y las cosas que me hiciste creer a toda costa y las que yo te hice creer a vos, qué recuerdos locos! besos hermana