jueves, 7 de mayo de 2009

La desilusión. Mi desilusión

A veces me desilusiono tanto de la gente que llego a cuestionarme profundamente respecto al porqué de esto.

El dolor que siento en esos casos llega a veces a ser extremo y muchas veces lo he relacionado con mi poca tolerancia ante las frustraciones. Es una sensación de angustia profunda que luego, con el pasar del tiempo hace que mi forma de vincularme con esa persona cambie para siempre (provocándome esto un nuevo dolor y una nueva desilusión, ya que esa relación ya no es la que era…), aún cuándo ese otro ni siquiera se haya percatado de lo sucedido.

Muchas veces he pensado que las expectativas que pongo en los demás son muy grandes entonces, cualquier situación que se aleje de ellas hace que sienta una gran desilusión… En realidad, ni siquiera llegan a ser expectativas concretas ya que no espero algo determinado de cada persona con la que me relaciono. No. Simplemente creo que tiene que ver con mi modo de relacionarme con el mundo; modo de ser, de enfrentar la vida, y hasta si se quiere de entender al hombre.

En la gran mayoría de los casos en que me he desilusionado a este nivel, me he dado cuenta luego que esas personas habían actuado pensando de una manera o individualista, o material, o buscando el provecho personal sin medir ninguna consecuencia…

Es ahí cuando sobreviene la angustia.
Seguramente también soy egoísta en muchas ocasiones, o egocéntrica, o no se cómo llamarlo… Pero lo que sí se es que siempre actúo creyendo que las otras personas van a colaborar, van a comprender, van a participar, van a disfrutar, van a acompañar… y tantas veces he terminado pensando que más vale hubiera actuado sin tenerlas en cuenta y me hubiera ahorrado angustia, disgusto, frustración y mucho tiempo…
Y ahí sobreviene el reproche o la culpa, y me digo a mi misma ¡Porqué no aprendo! ¡Cuántas veces más voy a hacer lo mismo!

Con cierto dejo de angustia aún en el cuerpo me viene a la cabeza, y al corazón, un pensamiento, una sensación… Dudo que aprenda eso, porque no tengo necesidad de pensar mal de la gente, no quiero pensar que todo el mundo es malo ni vivir a la defensiva… Es horrible, ya he experimentado… Solo creo que con el tiempo y las experiencias de la vida tal vez pueda ser un poco más fuerte para que aquellas desilusiones no se lleven cada vez una parte de mí y me dejen sin fuerzas. ¡Qué más da! Vale la pena seguir luchando…

Aclaración fundamental: esta sensación SOLO la he vivido con personas adultas, JAMAS la he experimentado en la relación con un niño y tengo la CERTEZA de que no me pasará con ellos (será por eso que nos entendemos tanto…)

Fer
7/05/09

9 comentarios:

Belén dijo...

No dejo de asombrarme como tus palabras reflejan lo que siento... ¿será por eso que somos amigas?
En cuanto a la desilución de las personas, lo siento muchas veces también y me critico por confiar y pensar que todas las personas son buenas ¿pero podremos vivir pensando que todas las demas personas son malas? Yo creo que no, por eso apuesto a seguir confiando en la gente pero teniendo cuidado en quien confiar dos veces. Apuesto a seguir creyendo en la gente...
De más está decirte que firmo tu aclaración sobre los niños... los chicos son increíbles, sinceros, frontales y puros.
Besitos amiga.
pd: viste q estoy pasando más seguido por tu camino? ;o)
Ah! te comparto una frase que me gustó mucho que leí el otro día: "La felicidad se halla a lo largo del camino, no al final del mismo" no decía el autor, pero pensé automáticamente en TANTAS charlas que hemos tenido.

troyana dijo...

Fer,
yo creo que las expectativas que se generan en las relaciones a menudo son fuente de insatisfacción y frustración,no sólo propia sino también ajena porque los demás en ocasines también sufren esa decepción con nosotr@s cuando no cumplimos con las expectativas que se habían creado en torno a nuestra persona.
Es complicado,quizá el secreto para evitar la decepción es no esperar demasiado del otro y aceptar de buen grado lo que nos vaya dando sin más,pero me consta que pasar de la teoría a la práctica es dificil,más a medida que la relación se va estrechando.
saludos!

JuanMa dijo...

A veces es difícil encontrar alguien a la altura de nuestras expectativas, Amiguita.
Pero no dejes de intentarlo, pues esas personas existen, créeme.

Besos y un abrazo.

Luz dijo...

Fer, te entiendo porque siempre me pasa lo mismo. Creo que tiene que ver con las expectativas que ponemos en las cosas o las personas. Son ellas, las expectativas, las que nos lastiman, no siempre son las personas o las cosas. Pero, claro, uno se hace ilusiones sin querer, de forma inconsciente y eso es muy difícil de controlar. besos!
Luz

santamaria dijo...

Me ocurre exactamente lo mismo, aunque se que pueda parecerte topico.
Tengo el problema de esperar mas de la gente de lo que realmente pueden o quieren dar. Mis relaciones amistosas se han basado toda la vida en un climax que despues se ha convertido en decepción, e incluso en traición.

Sin embargo sigo creyendo en la amistad por convición, por un solo ejemplo (en mi caso), y es uno de mis tesoros, sin duda.

Fer dijo...

Buenas gente estoy por otros pagos asi que como ven el blog está medio parado, pero contiene tanto de lo vivido que es imposible abandonarlo...
Gracias por sus ocurrencias, realmente son una gran compañía en este camino!!!
Poner en palabras lo que siento respecto a esas "desilusiones" me está ayudando a que ya no duelan tanto como antes. Así que para mi misión cumplida!
besos

angélica beatriz dijo...

Vuelve querida Fer. Creo que más personas de las que piensas, te esperan, incluyéndome a mí.

Muchos besos.

Luz dijo...

Fer, creo que todo pasa por tener expectativas, si no esperáramos nada, entonces no habría desilusión, en el mejor de los casos, tan solo una grata sorpresa.
besos!!!

Adriano dijo...

... Sentimientos. Qué bueno es encontrar gente con sentimientos.

Espero que vuelvas... Recuerdo que seguía mucho tu blog en su momento.

Saludos gratos.